¿Qué es la hiperplasia de próstata?

La hiperplasia próstata o agrandamiento de la próstata es una condición muy común en hombres que tienen más de 45 años de edad. El tamaño de esta puede variar dependiendo de la persona y de la edad, generalmente, su tamaño varía a medida que el hombre envejece.

Si esta condición no es tratada a tiempo puede derivar en otros problemas más graves como problemas en la vejiga, incontinencia, daño en los riñones e incluso infecciones en el tracto urinario.

Este es un problema serio que se presenta en una gran cantidad de hombres en todo el mundo. Es por ello que es importante que conozcas más sobre el tema, especialmente si eres hombre y te acerca a la edad a esa edad. A continuación, hablaremos sobre el tema, conocerás lo que es esta condición, como se diagnostica y cuál es su tratamiento.

¿Qué es la hiperplasia de próstata?

La hiperplasia de próstata es el agrandamiento de esta glándula, es una condición muy común que está presente en la mayoría de hombre a medida que envejecen. Este agrandamiento se le conoce también como hiperplasia prostática benigna (HPB). Esto no es cancerígeno ni incremente el riesgo de padecer cáncer de próstata. Sin embargo, puede causar algunas otras complicaciones.

No se conoce con exactitud qué es lo que provoca que esta glándula crezca de esa manera. Sin embargo, se tiene claro que está ligado con el envejecimiento y a algunos cambios en las células de los testículos. Si el hombre ha sido sometido a una extirpación de los testículos a una corta edad, no llegará a presentar esta condición. Por su parte, si los testículos son extirpados luego de diagnosticada la enfermedad la próstata tenderá a reducir su tamaño.

Esta enfermedad empieza luego de los 40-45 años y se calcula que más de 90% de los hombres con más de 80 años padece de agrandamiento de la próstata.

¿Cuáles son los síntomas?

Son varios los síntomas que pueden llegar a presentarse en los hombres que padecen esta afección. A continuación, nombraremos algunos de los síntomas más comunes de esta enfermedad.

• Incontinencia.
• Necesidad de orinar más de dos veces por noche.
• Necesidad de hacer fuerza al orinar.
• Chorro de orina débil.
• Dificultad a la hora de empezar a orinar.
• Vaciado incompleto de la vejiga.
• Incapacidad para orinar.
• Goteo al terminar de orinar.
• Urgencia urinaria repentina y fuerte.

Estos son los síntomas más comunes que puede presentar esta afección, si presentas más de uno de estos síntomas y cuentas con más de 40 años. Es recomendable que asistas a una consulta con el urólogo para descartar que sea a causa de esto. O por el contrario, para detectarla y comenzar el tratamiento lo antes posible.

¿Cómo se detecta esta condición?

Para detectar esta condición se deben realizar una serie de exámenes tanto químicos como físicos para poder determinar con exactitud si se padece de HPB. Por lo general, el primer estudio que se realiza es un examen rectal, también conocido como examen de próstata.

Este puede hacerse de forma digital con un dispositivo que se inserta por el recto del paciente o tacto físico en el cual el médico introducirá el dedo en el recto del paciente para palpar la próstata.

Además de estos exámenes y estudios, se pueden realizar algunos de forma complementaria, tales como:

• Tasa del flujo urinario
• Examen de orina residual posterior al vaciado para ver cuánta orina queda en la vejiga después de la micción
• Estudios del flujo de presión para medir la presión en la vejiga mientras se orina
• Análisis de orina para verificar la presencia de sangre o de infección
• Urocultivo para buscar infección
• Un examen de sangre de antígeno prostático específico (PSA) para detectar cáncer de próstata
• Cistoscopia
• Nitrógeno ureico en sangre (BUN, por sus siglas en inglés) y exámenes de creatinina

Si el paciente ya ha sido diagnosticado con HPD, este deberá hacer chequeos anuales de rutina para ver si la afección ha seguido avanzando o si se ha reducido.

¿Cuál es el tratamiento de la hiperplasia de próstata?

El tratamiento que se recibirá va a depender principalmente de que tan grave esté el paciente, de los síntomas que presente y de si padece otro problema de salud.

Los tratamientos más comunes son la cirugía, vigilancia, cambios en el estilo de vida y en alguna ocasiones y dependiendo del médico puede recetar algunos medicamentos naturales.